Los amigos son como el agua que brota de las montañas, sus palabras son cristalinas nos refrescan y son una fuente inagotable de la dicha que necesitamos cada vez que el calor agobiante de la rutina y la soledad nos envuelve.
Del santo Evangelio según san Mateo 8, 23-27
Hace 1 semana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario