miércoles, marzo 18, 2009

Pruebas...


Como un balde de agua fría directa en la cabeza, no sé si queriendo despertar del letargo, o un recordatorio de que las cosas no siempre son como uno quisiera. Una línea trazada, quizá al azar, quizá apuntando en otra dirección y yo saco mi lápiz y comienzo a dibujar en otra parte, modificando el paisaje, abriendo nuevas rutas. Quizá tenías razón y todo es parte de una prueba maestra, mover cielo y tierra, unir mares y montañas en un plano más cercano que el horizonte.

No querer resignarse, acomodar variables, pensar fríamente, pero prestando atención a los designios del corazón. “Quiero creer que yo tengo el poder de cambiarlo, si no que chiste tendría la vida, todo sería aburrido” y es esa pizca de sabor lo que cambia todo, lo que desvanece el frio y agrega más pinturas al paisaje, marcando los matices, dejando de ser monocromático.

Y cuando uno reacciona el calendario ha dejado caer muchas de sus hojas, los días continúan avanzando, los plazos se acercan a su punto cero y una sonrisita tonta se ha posado en mis labios. Se me van algunos tiempos en soñar despierta, que todo esto es un paso más sobre tierra firme. Se trabaja arduamente para colocar de manera idónea los cimientos, para que todo lo que se construya no se desmorone cuando el viento decida cambiar de dirección o de intensidad, sino al contrario, entrará por la chimenea, avivando la llama.

Entonces me sentaré a tu lado a escuchar tus historias, a contar mis delirios o disfrutar de los silencios. Por hoy quizá tendré que tragarme mi pena, seguir adelante y confesar que para mí también es difícil, que ese baño de agua fría me ha despabilado y ahora más que nunca quiero tener el alcance de mi mano el horizonte que no me canso de ver.