Después del tercer café me ha llegado tu recuerdo.
Tan claro, sereno y tierno
No se que es lo que me pasa, si yo había decidido sacarte para siemrpe de mi vida.
Algo en mi te llama, repite tu nombre, ansía tu presencia.
Trato de retenerlo, pero tu recuerdo es aún más fuerte.
Me embriaga, me sigue, me envuelve.
Mandaré señales de humo, quizá mi cigarro se exprese mejor.
Mantén los ojos abiertos para que descubras en las nubes los deseos de mi corazón.
Del santo Evangelio según san Marcos 13, 24-32
Hace 4 días.
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