No se si por fin, o lamentablemente, pero las vacaciones se han terminado...
No fueron precisamente de descanso, pero pasé un buen tiempo, en casa éramos 9 gentes, mas todas las personas que a diario iban y comían a la casa, eran puros recién conocidos, pero buena onda.
En estas vacaciones me gustaron por muchas razones, el reencuentro con la loca de la muchachilla, la llegada repentina de Fanny, el volver a caminar por las calles de mi Parras, el reencuentro con mi gente... Parras es de esas ciudades chicas donde todo mundo te conoce y siempre vas caminando por la calle y nunca falta quien pregunta por los papás, los hermanos, conocen tu vida y ahi se ponen al tanto...
Aunque la alergia afectó mi paz interior, encontré el método de contrarestarla un poco. Pero es maravilloso ver como florece el verde por las calles de Parras, los caminos llenos de vida. Los rayos del Sol se filtraban entre las hojas de los árboles y soplaba una brisa fresca. Si subes al Santo Madero* la ciudad simplemente no se ve, solo se alcanzan a ver los árboles en las huertas de casi todas las casas.
En estas vacaciones mi familia creció, gracias a mis primos ahora tengo 2 primos nuevos, pero para nombres son mala, muy mala y aunque estuvieron una semana completita en la casa, solo se que uno de mis nuevos primos le dicen Nanny y al otro chaparro (sus verdaderos nombres luego los investigo, aunque es probable que se me olviden nuevamente)...
Ahora esperar hasta las proximas vacaciones para regresar a mi Parras... por ahora.. volver a la escuela. Lo bueno de esto es que puedo regresar a escribir.
Del santo Evangelio según san Marcos 13, 24-32
Hace 4 días.
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