miércoles, abril 09, 2003

Es de noche, miro por la ventana, el patio se encuentra iluminado por las luces de los faroles.
Algunas de ellas se esconden tras los árboles cual luciérnagas traviesas. Todo es paz y vida.
De repente, una de ella comienza a parpadear, es una vida más que se apaga, que se pierde en la oscuridad de la noche, puede ser que alguien la note y la extrañe.
Sin embargo, todos están apurados porque la clase termine, el profesor quiere ir a jugar dominó con sus amigos, no falta el que esté fastidiado y quiera irse a dormir, otros tantos están hambrientos, pero nadie le presta atención a esa luz que dejó de iluminarles el camino, su ausencia se compensa con la presencia de las demás.
De cualquier forma los encargados cambiarán el foco.
Mañana habrá uno nuevo y de que el viejo sea recordado, aún queda la esperanza.

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