sábado, septiembre 13, 2003

En veces resulta inevitable sentirse triste, sentir que la nostalgia te envuelve y te resguarda del resto del mundo, pero ese estado no es el más conveniente. Cuando uno logra comprender la causa de esas tristezas y si decide ponerle un hasta aqui, cuando crees que ya no eres capaz de seguir sufriendo por lo mismo, cuando ya no le ves el caso, es entonces cuando comienzas a salir de ese hoyo negro que te tenía atrapado. Es cuando te das cuenta de todas las manos que estuvieron todo el tiempo, siempre extendidas para que te sujetaras de ellas y ayudarte a salir. Es cuando ves rostros sonrientes que te contagian con su alegria , te devuelven la movilidad en los labios y nuevamente puedes volver a sonreir.
Me he dado cuenta que los amigos nunca te abandonan, siempre estan contigo, en veces permanecen ocultos para ver tus reacciones, pero no con el fin de burlarse, sino para que aprendas la lección, porque las lecciones se aprenden cuando las has vivido en carne propia, ellos confían en que puedes salir, que esos obstáculos no son nada para ti. Estan siempre ahi, a unos cuantos pasos atrás para ayudarte si llegas a caer, para darte una vela encendida cuando el camino comienza a cubrirse de tinieblas, pero no solo te dan la vela, te ayudan a mantener viva esa flama, hasta que la luz llega nuevamente a los ojos.
Yo tengo tanto que agradecerle a todos mis amigos, a todos los que me apoyaron y me dieron palabras de aliento, a los que tuvieron la paciencia de escuchar mis confusiones y confesiones, ellos saben bien quienes son, son personas que tienen un lugar muy especial en mi vida y que nunca terminaré de agradecerles por todo lo que han hecho por mi, quizá por eso fue que me dió la fiebre de escribir y mandar mails, aún no los he mandado todos, sigo escribiendo.... y creo que seguiré haciéndolo por mucho tiempo más, porque hay muchos motivos por los que escribir, hay muchas palabras de agradecimiento que aún no he plasmado en algún papel... faltan muchas palabras que rescatar del viento.
Ocuparé los servidores para mandar correos, visitaré la oficina postal y mandaré otros más, quizá algunas llamadas, unas visitas hay tanto que hacer tanto que descubrí ahora que he visto nuevamente la luz...

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