Estoy de este lado, justo en el borde y una cortina de bruma gris rellena el abismo. Mi equilibrio nunca ha sido muy bueno. Desvío la mirada al cielo y las estrellas me entretienen unos instantes y me cantan queriéndome dormir.
Las voces no son claras, se escuchan como un murmullo y en un instante de calma se escucha claro mi nombre y me pongo a temblar preguntándome ¿Qué querrán de mi? ¿Y si no puedo darlo?, miro mi bolsa y está tan vacía, creo que alguien ha estado tomando pequeños trozos mientras me distraigo con las estrellas.
Mis brazos son largos, pero no consigo despejar lo que hay delante y mi horizonte se reduce a la punta de mi nariz, que por cierto está fría y ya no la siento. Todo es tan confuso que mejor vuelvo a mirar las estrellas y anhelo ser una de ellas, prenderme en el infinito y tener una caída larga que me logre arrullar cuando sea el momento de desprenderme. Porque nadie me asegura que ese abismo frente a mis pies sea profundo o simplemente logre lastimarme manos y rodillas.
Pero tampoco se a bien que está del otro lado, ni se si será mejor que lo que hay de este lado, pero mi camino ha llegado a este punto y no quiero retroceder y andar de nuevo por ese camino, pues no estoy segura de recordar donde estaban las espinas. La única solución es hacia adelante, escucho algunos ruidos que provienen de allá, hay voces cálidas, pero no se si solo me están engañando para que me lance al vacío o quizá solo quieren que pruebe mi coraje a lo nuevo, lo desconocido.
Una última mirada a las estrellas, sentir al aire rozando mi piel, un último respiro antes de dar ese paso inevitable, ya me cansé de este lado…
Las voces no son claras, se escuchan como un murmullo y en un instante de calma se escucha claro mi nombre y me pongo a temblar preguntándome ¿Qué querrán de mi? ¿Y si no puedo darlo?, miro mi bolsa y está tan vacía, creo que alguien ha estado tomando pequeños trozos mientras me distraigo con las estrellas.
Mis brazos son largos, pero no consigo despejar lo que hay delante y mi horizonte se reduce a la punta de mi nariz, que por cierto está fría y ya no la siento. Todo es tan confuso que mejor vuelvo a mirar las estrellas y anhelo ser una de ellas, prenderme en el infinito y tener una caída larga que me logre arrullar cuando sea el momento de desprenderme. Porque nadie me asegura que ese abismo frente a mis pies sea profundo o simplemente logre lastimarme manos y rodillas.
Pero tampoco se a bien que está del otro lado, ni se si será mejor que lo que hay de este lado, pero mi camino ha llegado a este punto y no quiero retroceder y andar de nuevo por ese camino, pues no estoy segura de recordar donde estaban las espinas. La única solución es hacia adelante, escucho algunos ruidos que provienen de allá, hay voces cálidas, pero no se si solo me están engañando para que me lance al vacío o quizá solo quieren que pruebe mi coraje a lo nuevo, lo desconocido.
Una última mirada a las estrellas, sentir al aire rozando mi piel, un último respiro antes de dar ese paso inevitable, ya me cansé de este lado…
7 comentarios:
No hay nada aquí:
sólo unos días que se aprestan a pasar,
sólo una tarde en que se puede respirar
un diminuto instante inmenso en el vivir.
Después mirar la realidad y nada más
Y nada más.
(Silvio)
el mundo propio siempre es mejor...
quedate por aqui...
besos.
El abismo no es mas que la absoluta ausencia de tu prescencia
(Yo)
Siempre es mejor ir hacia delante, lo de atras ya lo conoces y como ya dijiste, no recuerdas donde estaban las espinas, puedes volver a torpezar nuevamente, asi q aunqe de repare, hacia delante.
un saludo ;)
una invitacion espectacular para lo desconocido , lo que ya viviste y conocistes eso es.. quedo en el fue ....hoy es un nuevo dia para un nuevo paso besos preciosa.
Estuve perdido, nuevamente, entre tantas cosas de la vida. Pero vuelvo, siempre vuelvo, por tus letras.
El dulce abismo, a veces el saltarlo preocupa tanto que nos quedamos congelados y petrificados al borde sin saber qué hacer ni cómo hacerlo... puede que no haya nada persiguiéndonos por detras que nos motive a saltar, entonces ya se convierte en una decisión personal... saltar o quedarse ahí, con toda la duda de lo desconocido, de quién o qué se encotnrará del otro lado.
Pero de eso se trata la vida, afrontar lo que casi siempre resulta desconocido. Yo estaré esperando ahí, tal vez no físicamente, pero si en espíritu.
Un abrazo grande!
Troba: eso de quedarse por aqui si... pero avanzando todavía... un abrazo.
Alberto:el abismo es desconcertante, pero muy... muy seductor.
Mey: Claro, hacia adelante... estar en movimiento, no detenerse... muchas gracias por tu visita y por romper el silencio... saludos
Carla: Hola mija... tienes razón esa invitación es tentadora... muy tentadora y con el nuevo día tengo la oportunidad de hacer algo significativo para mi... un abrazo.
Trovator: Mijo... creo que ambos andamos medio perdidos en no se que lugar, pero es bueno saber que por ahi andas y que andas bien. Ese abismo es muy tentador y con la certeza que ahi estarás para tender la mano si llegase a tropesar por no ver bein en la densa bruma, es más fácil dar ese primer paso y continuar hacia delante. Un abrazo mijo y ya no se pierda tanto...
Hay momentos que los pasos son inevitable a menos que seamos conformistas o que el miedo nos detenga de hacer algo, pero te conozco Aris y se que no eres de esos casos!!! Es bien dificil los pasos y cambios pero eso nos hace mas grandes y ayuda a la familia a saber que un día también les tocara esa dura decision!!
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