Andaba navegando por aquí y por allá, deteniéndome a leer y externar opiniones y me encontré con unas historias de microbús, donde hablaba en si de la invasión de productos chinos que solo es basura disfrazada de “buenos precios”. Es muy cierto que lo barato sale caro, la calidad es pésima, sería lo mismo agarrar el dinero y tirarlo a la basura, pero mientras alguien siga comprando, van a seguir vendiendo.
Es triste darse cuenta que a los que distribuyen esa porquería solo les interesa el dinero y claro al gobierno también, son demasiados los intereses que se mueven y el dinero que pasa por debajo de tantas mesas que llena bolsillos egoístas y tantas palabras que se quedan flotando en el aire.
Hace unas semanas aquí en Torreón habían tomado la determinación de liberar el Centro Histórico de los ambulantes que ni dejan pasar, que tiran demasiada basura y pues hacen ver feo el centro de mi ciudad adoptiva. Según planeaban reubicar a todos los ambulantes en una calle poco transitada, igual en el centro de la ciudad, total que el gobierno municipal hizo una gran campaña, mostrando planos, proyectos, de cómo se vería el Centro Histórico libre de ambulantaje, como lucirían los viejos edificios que son parte de la historia de esta joven ciudad (aunque desentona muy feo el Museo Arocena, pero esa es otra historia). Dieron ultimátum a los ambulantes y estanquillos establecidos en la banqueta, algunos se trataron de amparar y entre todos se cooperaron y juntaron una buena suma que le dieron a un Licenciado, que luego les informó que les tenía una mala noticia y una peor; que no se había podido hacer lo del amparo y que en ese tipo de casos, no había devolución.
Armaron una refulja, en la noche cerraron el transito de una de las calles principales con un buen de ambulantes, viejas arguenderas y agregados y pues los policías los desalojaron a base de gases y pues la fuerza del bruto, digo la fuerza bruta. Muchos terminaron esa noche en el ministerio público “sin derecho a fianza”, pero en unas horas los soltaron. Al centro lo invadieron las mujeres y los niños de los ambulantes con carteles donde pedían limosna para poder comer… un paisaje mucho más horrible que el de los puestos, porque se agregaba, pues entre tanto y tanto alboroto, ni un solo puesto se había quitado… total, han pasado semanas de ese incidente y con tristeza veo que el Centro Histórico sigue igual, se mueve mucho dinero, se acercaban las graduaciones.
Es triste ver que todos tienen un precio y que el dinero es más importante a los deseos de la mayoría de los laguneros, yo por lo menos intento no consumir nada en esos puestos, la comida no es para nada confiable, no se como es que han durado años ahí y los mugreritos que venden la vdd no me llaman para nada la atención. Esperemos que en algún momento nos toque un gobierno con los suficientes pantalones para cumplir lo que prometen o si de plano no lo piensan hacer, no gasten tanto recurso promoviendo e intentando actuar, si al final todo va a seguir igual, mejor destínenlo a destapar el drenaje que se viene la temporada de lluvias y Torreón se toma muy en serio eso de Laguna, pero crea una diferente en cada cruce de las avenidas principales…