HE PERDIDO A MI POLLITO...

No se si ya no quería nada con migo, varias veces trató de abandonarme, la tercera era la vencida y creo que se la tomó muy en serio. Quisisera que caminando hacia atrás justo por las mismas huellas que dejé en el camino se pudiera regresar el tiempo y darme cuenta del momento que pretendía su huida, para convencerlo de desistir, pero es muy tarde. Regresar el tiempo es imposible y con él se llevó muchas cosas mias (nada irrecuperable, pero mias al fin). Lo voy a estrañar..

Bien me lo decía Pedro que si no quería que volara le quitara el pollito de la portada, pero ahora es demasiado tarde... simplemente voló...

YA NO TENGO CEL. SE PERDIO

Y seguí virando izquierdas y derechas haciendo diferente el camino hacia el mismo lugar...

Es sorprendente darse cuenta que hay momentos en los que la mente se deja envolver por tantas cosas pendientes, voces externas, que no escucha los llamados internos, que poco a poco van bajando su tono, muriendo a cada segundo porque no consiguen retener tu atención. Mientras uno se llena de nombres, de imágenes a las que no les encuentra sentido, que emiten un leve zumbido que arrulla, pero que no invita a soñar.
De igual forma se escapan los días y los meses, esperando una reacción al saber el sitio en el que uno se encuentra, con la esperanza de vernos despertar y retomar esas cosas sencillas que dicta el corazón.

Un cosquilleo incesante en mis dedos, algo habían perdido, algo los había abandonado. El lapicero continúa inquieto y grita que lo saque del cajón, que como descanso ya estuvo bien.
Así que esas hojas adhesivas volverán a colgarse de los árboles y continuarán rescatando palabras del viento. Anunciando que el silencio solo incita a la soledad, que la rutina no te puede consumir, que después de tanto, al final, esta es la tercera llamada...

TERCERA LLAMADA