martes, agosto 17, 2004

Soñar, es tan fácil soñar, poner la mente en blanco, dejar a un lado los sonidos cotidianos, el ruido de los carros, el aviso de llegada de las aves. Desprenderse del cuerpo y sentirse tan ligera y querer volar. Irse con el viento a donde... no se quiza a donde la mente te lleve, rebasando límites, sintiendo que nadie te puede tocar.
Soñar de día y con los ojos abiertos. Soñar que quizá no estás tan lejos, que en mi cuarto no ataca ni el frio ni la soledad. Que las distancias son nada y que el frio no se cuela por la ventana. Puede que solo sea un grito interno, un anhelo de estar, de no dejar, pero ya aprendí que todo puede ser realidad.
Se que esa brisa cálida que enuelve a mi corazón es porque de hecho tu estas aquí. Tan cerca que solo basta cerrar los ojos para descubrir tu silueta. Puedo sentir tus brazos rodeando mi cuerpo y en mis labios ardiendo tu fuego. Te siento aquí, junto a mi, se que no eres un sueño porque mi piel no sabe mentir.


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