jueves, agosto 26, 2004

Shhh! No hagas ruido, ven siéntate junto a mi, desde aquí no pueden vernos, pero debes guardar silencio. No pienses que me escondo porque hice algo malo, lo que pasa es que aquí desde mi guarida puedo ver el mundo, grabar su paisaje, esperar noticias del viento y pensar la forma en que todo esto no duela al recordar.
Si te fijas, por lo general los movimientos y sonidos se repitan. Escuchas esos tacones? Son de la vecina, que no se cuantas vueltas da hasta que se le hace tarde y tiene que salir corriendo y en su prisa, no nos ha visto.
Aquellos dos de allá, son los otros vecinos, la risa de ella se escucha en toda la cuadra, salen a caminar como cada tarde. Ahora se porque venden su carro. Mmm es ojo, es tentador, pero no, no hay que distraerse.
El viento ha comenzado a soplar y sus aromas llenan la memoria y si cierras los ojos hasta puedes sentir la lluvia, saber que hay pinos cerca y que alguien por ahí está preparando la comida. Pero con el viento no solo llegan esos olores, también se puede escuchar el tren que pasa lento como él solo y ese grillo que suena a estación mal sintonizada… ahh ese que por fin se ha callado. Hay voces, pero como no me han visto, no se dirigen a mí.
Mira el paisaje, ve como luce sin que nosotros formemos parte de él, que tan solo sea el entorno que nos rodea. Así es y así seguirá, pero yo ya no estaré refugiada aquí en mi escondite, estaré un poco lejos, pero sin olvidar todo lo que me dio.
Es un paisaje común, sí, como cualquier otro, pero es especial porque aunque siga ahí, para mi solo quedará en el recuerdo. Mi viento ha soplado en otra dirección y me lleva lejos.
Mira que bonito está el paisaje… LO VOY A EXTRAÑAR



Xalapa desde mi ventana

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