Dos ideas encontradas que de nuevo asaltan mi mente y empiezo a darles vueltas y vueltas, tratando de entender el porqué las cosas se dan de tal o cual manera. Se que las cosas pasan por algo y que por lo general todo es para mejorar, dejarnos una enseñanza y crecer. Pero cuando uno decide cerrar una puerta y saltar por la ventana hacia nuevos horizontes, los fantasmas se empeñan en regresar y confunden con sus ideas.
Últimamente podría decirse que en mi vida los días pueden llegar a etiquetarse, hace no mucho fue el día de estar “mucho mejor” y el gusto que me dio por J.S, V. G., H.P. , G.D., S.A.B., F.V., hasta para mí aplico la etiqueta del día. Pero este fin de semana fue de fantasmas empeñados en saber sobre mi situación sentimental actual, los 3 alegando las mismas razones y generando los mismos miedos.
Todos hablan de lo que merezco, de lo bien que les haría saber que yo estoy bien, preguntando si me encontraba con alguien, como queriendo quitarse un peso de encima. Y en diferentes versiones aplica el deseo que yo esté bien aunque suene contradictorio, detallando mis virtudes que pudieran ser lo que a muchos les interesaría encontrar. Pero aun no me ha pasado que alguien que lo haya descubierto, lo quiera mantener, antes que sea muy tarde en el desarrollo de esa historia. Y no es que me interese desenterrar algún pasado, para nada, esos allá están, allá se quedan, así como una vez entraron y llenaron todo, salieron completos para poder albergar a alguien más.
Es solo que tanto comentario sobre lo mismo me hizo pensar en 2 cosas que me hacen sentirme diferente en dos extremos, uno bueno y el otro no tanto. Me levantan el ego, porque se que a fin de cuentas se dieron cuenta de cómo soy y lo que estoy dispuesta a ser y a dar y que lo único que buscaba era reciprocidad, pero en cambio tomaron todo hasta dejarme sin nada y sin dejar siquiera una tarjetita dando las gracias. Se lo que quiero, lo que merezco y da miedo pensar que quizá nadie se aviente al ruedo por ello.
Y por otra parte, me hacen pensar que soy débil y que lo doy todo. Pero por mucho que hayan significado, una vez fuera ya no duelen más, no se derrama una sola lágrima, no se sueña más. Ahí creo que soy más fuerte de lo que piensan y puedo levantarme para seguir adelante. No más búsquedas ni esperas, si ha de darse se da, se coincidirá en movimiento porque no me detendré a esperar.
Así que al pasado le digo que estoy bien, que cuando tuve el último contacto cerré el capítulo y desde ese momento no duelen más. La vida continua, que aprendí mucho de cada ocasión y que el futuro se forjará día a día, entre días nublados y con sol, pero con los demonios tranquilos.
Últimamente podría decirse que en mi vida los días pueden llegar a etiquetarse, hace no mucho fue el día de estar “mucho mejor” y el gusto que me dio por J.S, V. G., H.P. , G.D., S.A.B., F.V., hasta para mí aplico la etiqueta del día. Pero este fin de semana fue de fantasmas empeñados en saber sobre mi situación sentimental actual, los 3 alegando las mismas razones y generando los mismos miedos.
Todos hablan de lo que merezco, de lo bien que les haría saber que yo estoy bien, preguntando si me encontraba con alguien, como queriendo quitarse un peso de encima. Y en diferentes versiones aplica el deseo que yo esté bien aunque suene contradictorio, detallando mis virtudes que pudieran ser lo que a muchos les interesaría encontrar. Pero aun no me ha pasado que alguien que lo haya descubierto, lo quiera mantener, antes que sea muy tarde en el desarrollo de esa historia. Y no es que me interese desenterrar algún pasado, para nada, esos allá están, allá se quedan, así como una vez entraron y llenaron todo, salieron completos para poder albergar a alguien más.
Es solo que tanto comentario sobre lo mismo me hizo pensar en 2 cosas que me hacen sentirme diferente en dos extremos, uno bueno y el otro no tanto. Me levantan el ego, porque se que a fin de cuentas se dieron cuenta de cómo soy y lo que estoy dispuesta a ser y a dar y que lo único que buscaba era reciprocidad, pero en cambio tomaron todo hasta dejarme sin nada y sin dejar siquiera una tarjetita dando las gracias. Se lo que quiero, lo que merezco y da miedo pensar que quizá nadie se aviente al ruedo por ello.
Y por otra parte, me hacen pensar que soy débil y que lo doy todo. Pero por mucho que hayan significado, una vez fuera ya no duelen más, no se derrama una sola lágrima, no se sueña más. Ahí creo que soy más fuerte de lo que piensan y puedo levantarme para seguir adelante. No más búsquedas ni esperas, si ha de darse se da, se coincidirá en movimiento porque no me detendré a esperar.
Así que al pasado le digo que estoy bien, que cuando tuve el último contacto cerré el capítulo y desde ese momento no duelen más. La vida continua, que aprendí mucho de cada ocasión y que el futuro se forjará día a día, entre días nublados y con sol, pero con los demonios tranquilos.