lunes, abril 26, 2010


Dos ideas encontradas que de nuevo asaltan mi mente y empiezo a darles vueltas y vueltas, tratando de entender el porqué las cosas se dan de tal o cual manera. Se que las cosas pasan por algo y que por lo general todo es para mejorar, dejarnos una enseñanza y crecer. Pero cuando uno decide cerrar una puerta y saltar por la ventana hacia nuevos horizontes, los fantasmas se empeñan en regresar y confunden con sus ideas.

Últimamente podría decirse que en mi vida los días pueden llegar a etiquetarse, hace no mucho fue el día de estar “mucho mejor” y el gusto que me dio por J.S, V. G., H.P. , G.D., S.A.B., F.V., hasta para mí aplico la etiqueta del día. Pero este fin de semana fue de fantasmas empeñados en saber sobre mi situación sentimental actual, los 3 alegando las mismas razones y generando los mismos miedos.

Todos hablan de lo que merezco, de lo bien que les haría saber que yo estoy bien, preguntando si me encontraba con alguien, como queriendo quitarse un peso de encima. Y en diferentes versiones aplica el deseo que yo esté bien aunque suene contradictorio, detallando mis virtudes que pudieran ser lo que a muchos les interesaría encontrar. Pero aun no me ha pasado que alguien que lo haya descubierto, lo quiera mantener, antes que sea muy tarde en el desarrollo de esa historia. Y no es que me interese desenterrar algún pasado, para nada, esos allá están, allá se quedan, así como una vez entraron y llenaron todo, salieron completos para poder albergar a alguien más.

Es solo que tanto comentario sobre lo mismo me hizo pensar en 2 cosas que me hacen sentirme diferente en dos extremos, uno bueno y el otro no tanto. Me levantan el ego, porque se que a fin de cuentas se dieron cuenta de cómo soy y lo que estoy dispuesta a ser y a dar y que lo único que buscaba era reciprocidad, pero en cambio tomaron todo hasta dejarme sin nada y sin dejar siquiera una tarjetita dando las gracias. Se lo que quiero, lo que merezco y da miedo pensar que quizá nadie se aviente al ruedo por ello.

Y por otra parte, me hacen pensar que soy débil y que lo doy todo. Pero por mucho que hayan significado, una vez fuera ya no duelen más, no se derrama una sola lágrima, no se sueña más. Ahí creo que soy más fuerte de lo que piensan y puedo levantarme para seguir adelante. No más búsquedas ni esperas, si ha de darse se da, se coincidirá en movimiento porque no me detendré a esperar.

Así que al pasado le digo que estoy bien, que cuando tuve el último contacto cerré el capítulo y desde ese momento no duelen más. La vida continua, que aprendí mucho de cada ocasión y que el futuro se forjará día a día, entre días nublados y con sol, pero con los demonios tranquilos.

miércoles, abril 14, 2010

...

Simplemente ya no tengo NADA que decir, las ideas una vez más se bloquean para que no hagan daño, para que la mente deje de tejer sus novelas que ni ella misma se cree, que al despertar se da cuenta que la realidad es muy diferente y que los frentes fríos no han terminado, y ningún meteorólogo puede determinar a ciencia cierta si pararán algún día.

Por lo pronto las nubes de tormenta se han estado alejando, ha soplado un viento helado que se las ha llevado hacia otra parte y de nuevo la aparente calma ronda mi vida. Aprovecho los momentos en que puedo estar fuera, para que el sol entre por mi piel y caliente un poco en este invierno interminable. O quizá es momento de mudarme una vez más, buscar un sitio más cálido aunque eso signifique empezar nuevamente de cero.

Es solo cuestión de tiempo para que el último hilo que me tenía sujeta se reviente, ya está pactado un encuentro para finiquitar todo y volver a ser tan extraños como siempre. Prepararé las sonrisas para ver si a alguien le llama la atención, pero sin esperar por nadie, por nada. Gracias a Dios mi vida está llena de gente muy valiosa, unos nuevos, otros no tanto, otros de siempre, que me recuerdan que nunca estoy sola, nuca falta quien esté dispuesto a escuchar, pero hay quienes sin importar hora, día, estado de ánimo, distancia, medios, siempre están ahí, escuchando , que me conocen al grado de adivinar mi sentir entre líneas e invitan a que saque todo eso, que no me dejan que me quede con eso atorado en la garganta y me hacen espacio en su vida.

Esas dos llamadas de anoche me ayudaron a terminar de sacar todo lo que quedaba rezagado. Quizá el frío siga suspendido en el ambiente, pero habrá calma. Seguiremos buscando medios para mantener el calor y que ciertas llamas que languidecen no perezcan.