Mi mano no está sola, desde hace tiempo la suya ha llenado todo lugar, confía en mí y me da fuerza, no necesito nada más y aunque sus alas cada día se fortalecen y emprenderá su vuelo inevitable y necesario, las huellas que va dejando, ni la más fuerte tormenta podrá borrar.
jueves, septiembre 03, 2009
Hay veces...
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2 comentarios:
Lo ideal, lo mejor que se puede hacer, es fortalecer esas alas para que el primer aleteo sea poderoso más que ansioso, para que el mundo a recorrer ya sea conocido y que los pasos que se den sean seguros, sin hesitar.
El andar de la mano por el mundo, enseñando y, claro, siempre aprendiendo... es el regalo más grande... entonces creemos las causas hoy para tener grandes efectos mañana.
Un abrazo grande grande!
yo puedo ver en la imagen las ultimas estrellas que se desperenden y que volveran a la siguiente noche.
Muy padre como siempre.
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