Torreón no es del todo una ciudad muy cultural, es difícil encontrar este tipo de eventos, no niego que si los hay, pero no se, igual y le falta difusión. El caso es que sentada ahi, cuidándome de ser descalabrada por alguna de las frutas asesinas que lanzaban despuñes de cada número, me puse a pensar. Admiraba lo hermoso que son los vestidos que traían, el trabajal que les ha de haber costado bordar tanta flor y hacerlos ver tan hermosos, llenos de color, mostrando la primavera en sus flores, demostrando una vez más que lo hecho en México por manos mexicanas, trabajadoras, está muy bien hecho.
Me sentí tan bien por ser mexicana, a mis manos les entraron ganas de crear y aunque no podría jamás compararme con ellas, pues me gustan las manualidades bien hechas, con detalles y no solo al ahi se va. Y también me entraron unas ganas locas de aprender alguno de los dialectos mexicanos. Mi mamá me comentaba que, como mi papá es de allá del sur de Veracruz, un lugarcito que se llama Jáltipan de Morelos, cuando ella conoció a su familia, le asombró que las personas que llegaban a visitar a mi abuela [en paz descanse] , le hablaban en nahuatl, lo malo que mi papá no lo aprendió y pues si me gustaría saberlo para rescatar un poco de esas raices que se van perdiendo de a poquito.
Me gusta que hagan ese tipo de eventos, que suerte que se nos ocurrió salir a la Alameda ayer, me distraje viendo algo tan mio, porque a pesar de ser mas norteña que la carne seca, parte del sur corre por mis venas.