El viento ha soplado nuevamente
pero no se ha llevado nada,
al contrario, entre la brisa
me parece escuchar su voz.
Como si su mensaje
se hubiera montado en esa ráfaga
como si un presentimiento
me hubiera hecho voltear
y encontrarme con su beso.
De repente la distancia parece nada,
de repente eso no importa más,
los kilómetros no son nada
pese a todo, su recuerdo no se va.
Del santo Evangelio según san Lucas 17, 11-19
Hace 1 día.
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