Mi vida se ha extendido a las madrugadas, pero el café no es el culpable.
El Sol se oculta tras las montañas y la noche poco a poco comienza a refrescar.
Yo me limito a mirar por la ventana, veo como el cielo se viste de estrellas y la luz de la luna es lo único que ilumina el paisaje.
El tiempo pasa lento la brisa sopla fresca y en mi mente solo sus ojos claros
Del santo Evangelio según san Lucas 17, 11-19
Hace 1 día.
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