¿Con todo eso que me quema en las manos, que se desborda por el infinito placer que se obtiene al dar?
¿Qué hacer si las noches de verano no logran calentar a un corazón humedecido de tanto llorar?
¿Qué hacer si por querer tanto tienes que abrir los brazos y dejar ir?
No vale gritar, ni cerrarse al grado de no ser capaces de descubrir la felicidad en esos pequeños detalles que la vida nos da.
*El robo de una sonrisa
*Un beso y su caricia en la mejilla
*Escuchar tu nombre con un timbre de felicidad
*El ser responsable, directa o indirectamente, de las sonrisas de las personas que quieres
*La oportunidad de un nuevo amanecer
*Escuchar y estar presente
*Entre muchas y muchas cosas más
Entonces, cuando las manos pican y los ojos comienzan a llenarse de lágrimas, se saca todo, se aclara la vista y se comprende que el hay muchas cosas allá afuera que pueden cambiarte el día...
Gracias a todos los que han estado ahí.