De un tiempo a esta parte, te has instalado en mi mente y se me van los minutos en traer a la memoria cada uno de tus detalles, tus movimientos, el calor de tu estadía, el tono de tu voz, la cadencia de tu respiración. Te has convertido en mi sueño recurrente, apareciendo sin falta y sin avisar en ellos. Lo has hecho ayer, el día anterior y el anterior a ese y tantos otros que ya he perdido la cuenta. Estoy segura que esta noche también podre verte rondar por mis sueños, sonreírme de esa forma tan característica, caminaré a tu lado bajo la lluvia, tomándote del brazo por si pretendes huir y sentir que el tiempo se ha detenido.
Disfrutaremos de esas charlas café tras café, las risas, los silencios, los abrazos. A cada instante diferente, pero siendo el mismo, un sueño que pueda comprarme como real. Soñar que es a ti y no a mi almohada a quien abrazo, que el calor no es solo la falta de brisa de este verano, que toda esa tranquilidad y confort me lo brindas tu, al menos en mis sueños es así.
Desconectaré los despertadores, cubriré las ventanas con gruesas cortinas que no permitan que el Sol me despierte de mi letargo, sellaré la habitación para no escuchar sonido alguno. Haré esta noche tan larga para que tu sensación no se esfume cuando la mente pretenda situarse en la realidad y se dé cuenta que lo único que tengo de ti son estos anhelos oníricos.
Mantener en mí las sensaciones vivas lo más que se pueda, antes que, por un tirón de la vida, concluya en que esto que tengo tan solo son: Sueños, ilusiones y presentes lejanías.
Disfrutaremos de esas charlas café tras café, las risas, los silencios, los abrazos. A cada instante diferente, pero siendo el mismo, un sueño que pueda comprarme como real. Soñar que es a ti y no a mi almohada a quien abrazo, que el calor no es solo la falta de brisa de este verano, que toda esa tranquilidad y confort me lo brindas tu, al menos en mis sueños es así.
Desconectaré los despertadores, cubriré las ventanas con gruesas cortinas que no permitan que el Sol me despierte de mi letargo, sellaré la habitación para no escuchar sonido alguno. Haré esta noche tan larga para que tu sensación no se esfume cuando la mente pretenda situarse en la realidad y se dé cuenta que lo único que tengo de ti son estos anhelos oníricos.
Mantener en mí las sensaciones vivas lo más que se pueda, antes que, por un tirón de la vida, concluya en que esto que tengo tan solo son: Sueños, ilusiones y presentes lejanías.