Recuerdos...

No se que es lo que tiene la lluvia que te invita a mirarla por la ventana, uno siente que los pulmones se limpian y se llenan de un aire tan puro como pocos, será que estoy en mi terruño y que por ser un pueblo chiquito no hay mucha contaminación, será que todos los árboles mantienen esa limpieza, esa puereza, esa frescura. Tengo 2 días por acá y desde que llegue no he hecho más que recordar. Es increible como un lugar puede cambiar tanto y a la vez estar tan parecido que como lo recuerdas de años. En agosto van a ser 10 años que empecé a cambiar mi residencia, que he andado por muchos lados, pero siempre sintiendo que yo soy de Parras. La verdad no se porque muchos me cambian de ubicación y creen que está en Chihuahua, pero no, mi pueblito es Parras, no Parral.
En estos días que tengo por acá he salido a caminar, me mandaron a comprar verdura y sentí como si caminara en otro lugar, me he encontrado con gente que hace años no veía y que aseguran me reconocieron porque cada día me parezco más a mi mamá (solo que sin sus ojos verdes), ponerse al tanto y saber que uno siempre puede volver, de vacaciones, por algun evento, alguna reunión. Justo ahora estoy sentada frente al ventanal por el que veía como pasaba la gente sin saber de mi escondite, el aroma a tierra mojada me recurda lo bien que se sentìa cuando la temporada de alergias pasaba y que ya no necesitaba salir a la calle con cubrebocas. El aguacate que estaba desde que tengo memoria sigue en pie, el peral se animó por fin a dar peras y está cargadisimo, el chabacano ya murió pero tiene un retoño que ahi va creciendo, los columpios que me descalabraron tantas veces ahi siguen, los subibaja siguen sin moverse y a mi memoria regresan las risas de tantas cosas que pase cuando niña, justo antes de irme a estudiar, porque aqui no había Universidad.

Todos mis amigos se fueron, muchos se casaron, la mayoría está en Monterrey, otros tantos en Saltillo, muchos otros por todos lados, pero hay plan para seguir recordando, la fecha está para el 16 de Agosto y aunque yo no tomo, va a ser divertido recordar. No siempre se tiene la oportunidad de pasar 12 años de tu vida con los mismos compañeros, uno los llega a ver casi como hermanos.
Este viaje tenía el simple propósito de representar a mi pá como padrino de graduación de mi sobrino, pero me ha hecho recordar y divagar y ha alimentado mis ganas locas de hacer una lunada en el patio trasero o en una huerta y comer elotes y pasar la noche contando historias de terror, agarrar un pobre incauto y abrazarlo en el susto, pero con unas cuantas uñas enterradas.
Siempre es bonito volver y que la lluvia limpie el polvo y refresque los buenos recuerdos.
Seguiré recordando el tiempo que me quede por acá y regresaré a Torreón con una nueva dotación de anécdotas.