El reflejo encandilante de la luz en el papel estaño. Todo es claro y a la vez tan incierto. La gente teme quedarse ciega envuelta en tinieblas, pero eser exceso de luz tambièn nubla la visión. Han pasado unos instantes y la luz hipnótica sigue posada en mis ojos. La mente en blanco deslumbrada, el corazón acelerado, anhelando que esa claridad traiga consigo tiempos mejores. El viento sopla, trae consigo sonidos sin forma, sin rostro, sin sentido. Pero no es lo único que trae. Algunas nubes se han acercado, cubren al Sol. La visión regresa, todo vuelve a la normalidad, el tiempo corre, pero sigo sin entender este mundo.
Del santo Evangelio según san Lucas 17, 11-19
Hace 1 día.
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