martes, febrero 24, 2004

Uno a uno van cayendo, se me escapan de las manos y en sus movimientos apresurados, apenas me rozaron como diciendo adiós.
Se pierden entre las sombras, esperando pacientes el tren que los llevará lejos, sin un destino fijo, perdidos en el olvido, formando el pasado, tambaleándose y sin fuerza para dar la última mirada hacia atrás.
A ese que va allá lo empujaron al abismo y su verdugo será traicionado por el que viene atrás. Fila interminable, momentánea. En veces su compañía duele, algunas otras te colman de felicidad. Los he intentado retener, pero atraviesan mis barreras, les cuento historias para que duerman, pero mueren y caen.
¿Dónde pararán?, ¿porqué se van?, ¿porqué no tienen un freno?
¿Porqué mientras escribía he visto morir a más de 6?

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