EN UNA DE TANTAS MADRUGADAS MIENTRAS DUERMES
2:26am, que frío hace esta noche y yo que no tengo tu calor pues la distancia se interpone entre los dos y lo único que me queda es pensar en ti. Imaginar que hoy, como cada noche caes vencido por el sueño y el peso del recuerdo, tan indefenso, tan tranquilo, o al menos así te imagino. Pero hoy no quiero imaginarte, esta noche quisiera grabar en mi mente ese paisaje.
Por eso me mezclaré con las sombras de la noche, haré del viento mi aliado para viajar a tu lado y colarme bajo tu ventana.
Trataré de no parpadear y contener mi respiración para no perturbar tu sueño. Y ahí, de pie junto a la ventana me dedicaré a contemplarte iluminado por la luna. Imaginaré esos tus ojos cerrados anhelando poder entrar en tus sueños, ver tu interior y colmarme de tu paz.
Pero entrar en tus sueños me es imposible y continuaré con mi tarea de contemplación, como quien quisiera grabar hasta el más mínimo detalle de su visión favorita y ser capaz de armarlo al cerrar los ojos.
Si me acerco al borde de tu cama veeré tus facciones completamente relajadas. Si me concentro en tus labios no resistiré la tentación de robarte un beso. Estando tan cerca podría pasar mis dedos por tus cabellos y acariciar tu rostro... tomar tus manos.
pero hoy solo quisiera mirarte para ya no tener que imagianrte. Seré tu guardián esta noche mientras duermes.
Del santo Evangelio según san Lucas 17, 11-19
Hace 2 días.
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