Hay veces que no entiendo lo que sucede a mi alrededor, todo es tan confuso, tan variable. En momentos todo se encuentra tan iluminado, tan claro, pero el viento siempre sopla y atrae algunas nubes. Las cosas no salen como uno las planea y no podemos comprender que es lo que sucede...
¿A qué hora di vuelta a la calle?
¿Acaso el tiempo avanza más lento en mi reloj?
Quizá ese tiempo para pensar hace divagar de más, quizá no puedo entender lo que pasa por la mente de los demás, quizá lo que me pasa no es nada y puede que a nadie le pueda interesar, quizá son solo tonterías...
Mejor dejo de hacer conjeturas y me pongo a esperar, ya el lunes será un día nuevo, mi vida volverá a cambiar, el paisaje ya no será el mismo, las caras serán nuevas y yo seguiré usando el tiempo libre para pensar.
Del santo Evangelio según san Lucas 17, 11-19
Hace 2 días.
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