El tiempo corre presuroso, no se a donde quiere llegar, con él se lleva momentos, visitas, acuerdos. Comienza caminando, pero se emociona y entre más agusto estemos más rápido comienza a correr. Un minuto, unas horas, algunos días, ninguno igual, todos únicos, todos memorables, se escriben conversaciones, se plasman memorias, se capturan sonrisas.. palabras que te ponen a pensar, charlas amenas otras extrañas, gente que cambia... ya nada es igual.
El tiempo en mi casa se ha pasado muy rápido, he hecho mucho, pero siento que no he hecho nada, la despedida promete ser agradable, incitante a permanecer algunos instantes más. El tiempo en casa esta por pasar, de nuevo me encontraré lejos (porque así lo he decidido), pero no estoy triste, estoy feliz. Me han tatuado una sonrisa que creo que nadie, absolutamente nadie me podrá borrar...
Del santo Evangelio según san Lucas 17, 11-19
Hace 1 día.
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