Ella tenía su vida "normal", levantarse, lavarse, cambiarse, terminar de despertar con un café, tomar la mochila y partir, sin una fotografía de la cual despedirse o a cual besar deseandole los buenos días. Sale de casa camina dos cuadras y toma el autobus, no hubo necesidad de esperar, nunca la ha habido, por alguna razón siempre están coordinados, sube y se sienta en los primeros asientos aunque le digan que parece abuelita, a ella no le importa, el café no hizo bien su trabajo y el apresurado paso de la ciudad la arrulla. El día transcurre normal en la vida de ella, los amigos, sus actividades, la banca para leer, el pasto para tenderse y mirar al cielo. Anhelar ser una nube y viajar ligera con el viento, conociendo ciudades, pueblos, llanuras, besar montañas y parecer distinta para los ojos de los pocos que aún se toman un tiempo para mirar al cielo. Ella perdida en su infinita levedad se desconectó como tantas veces, pero la sensación de perder el beso del sol en sus mejillas la despertó de su letargo, abrió los ojos y ahi estaba él, con su sonrisa serena, su silueta delgada y sus ojos café, no dijo palabra alguna, tan solo la miraba. Ella intentó incorporarse pero su cuerpo no le respondía, intentó decir "hola" pero ningún sonido salió de su garganta. Ella se lleno de su imagen, de los cabellos negros que cubrian su frente, de la profundidad de su mirada, se miraban fijamente, él parado a su derecha, ella tendida en el pasto, con un silencio de por medio y el tiempo que se negaba a avanzar. Y tal como había llegado, en un parpadeo de ella, sin decir una palabra él simplemente se fue.
Del santo Evangelio según san Marcos 13, 24-32
Hace 2 días.
2 comentarios:
aah!!! Todo como un simple espejismo, en esta vida estamos rodeados de visiones, de imagenes que nos dan esperanzas, que nos hacen soñar pero según estes, te puede doler que sea solo sueño o bien asentado, con los pies en la tierra disfrutar que fue solo eso, un sueño hermoso e increible!!
Nos estamos leyendo Aris, perdón por el "Adris", fue una torpeza de dedo y ya te mande invitación!!
Saludos.
Sueños... me recuerda a una canción de Delgadillo "El deseo de Clara", bastante triste... Muchas veces uno se ve tan inmerson en una rutina de la más repetitiva que el subconsciente percibe la soledad de la persona y puede llegar a engañar a los ojos. Será que esa imagen es un deseo reprimido de lo que se desearía tener a lado?... Excelente post, un saludo!
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