Tormentas afuera y un estruendoso trueno rompió el silencio....
La lluvia se ha apoderado del ambiente, si el cielo no decide refrescar las calles tan atestadas de gente y a la vez tan carentes de calor, es una nube gris interior que nubla las ideas y pretende hacer una limpia interna. El silencio se ha revelado, los momentos ya no quieren permanecer encerrados en un mundo aparte, alguna fuerza extraña nace del interior y me impulso, le da vida y más vida a mis dedos con cada latido del corazón.
He decidido salir de ese rinconcito y gritar que estoy bien, que yo puedo, que no se preocupen… solo confíen en mi. Esa ausencia de todo mundo fue para retomar fuerzas, para sacar a esa yo que no pensaba que pudiera encontrar. Los pies están sobre la tierra, tanto que puedo sentir como salpican las gotas que golpean en la banqueta, solo es cuestión de soplar para que las nubes de tormenta pasen y brille el sol con toda su fuerza.
Del santo Evangelio según san Lucas 17, 11-19
Hace 3 días.
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