Y si te dijera que en mi reloj el tiempo no avanza…
Que el verde de los árboles ha empezado a oscurecerse…
Que nuestro próximo destino esta más allá de lo que alcanzas a ver en el horizonte.
Si yo te dijera de nuevo tantas cosas que te he dicho, que las he plasmado en tantas hojas, que ha viajado en el viento y se cuelgan en las estrellas. Si yo repitiera las razones que tengo para sonreír.
Si te abrazara fuerte sintiendo los latidos del corazón, en un abrazo que nos funda, en el que hagamos caso omiso a los gritos del reloj. Si me mirara en tus ojos, grabando en mi mente tu imagen y reproduciéndola en cada parpadeo.
Si te tomara de la mano y caminara junto a ti, buscando tu sonrisa, contagiándome de tus ganas de vivir.
Si yo hoy hiciera todo eso… algo así como domingo volvería a vivir.
Del santo Evangelio según san Lucas 17, 11-19
Hace 3 días.
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