Es tiempo de silencios y soledades, donde las calles parecen aún más largas de lo que son y yo con una risa guardada, con una imagen en la mente y una sombra para esconderme.
Pero todo es pasajero, el viento ha estado soplando y se lleva consigo mucho menos de lo que trae. Es solo que ahora es tiempo de silencios y soledades, que pasarán tan rápido como llegaron, sin dejar huella alguna, sin mencionar los sueños que se robaron.
Bullicios en la calle, calles llenas de gente, un sol que brilla y un aire que te enfría el pensamiento. Hay silencios momentáneos, pero solo de mi parte, donde todo lo que quiero decir viaja en un pensamiento amarrado a una estrella y la soledad ronda mi casa sin animarse a entrar, porque hay un calor que la abochorna.
Son silencios y soledades que se van en un susurro, que se pierden entre la risa y el paso de cada segundo...
Del santo Evangelio según san Marcos 13, 24-32
Hace 2 horas.
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