viernes, septiembre 11, 2009

Gracias


Sin duda estoy rodeada de gente maravillosa que me ha demostrado que no estoy sola y que por muy oscuras que se pinten las nubes y la lluvia empiece a caer, todo depende del modo en que lo vea. Estos días han sido un poco complicados y la lluvia se había vuelto parte permanente del paisaje, pero nunca faltó quien me tomara del brazo, pero no para correr, sino para chapotear y reír, descubrir que la lluvia es un milagro y que por muy constante que sea se termina en algún momento y deja todo tan fresco y limpio. Los pulmones se llenan de un aire puro y no hace falta nada más.

No me cansaré de agradecerle a la vida que en mi camino me haya topado con gente así, que tan solo con una mirada adivinen mi sentir, que a pesar de estar lejos me brindan su calor y me sostienen cuando me siento caer. Han desvanecido los miedos, la tierra se sacude pero me mantengo de pie, pues me han enseñado a mantener el equilibrio para no caer. Han llenado mis oídos y mis ojos de palabras que atesoro.

Ya lo sabía es solo que ahora comprendo que no estoy sola que nunca lo he estado, que todas esas personas que han estado ahí, que han hecho una oración por la misma causa en los últimos días, lo han hecho de corazón, sin pedir nada a cambio, sin buscar alguna ventaja.

Muchas gracias a mi familia, a la que quiero tanto, que no será la mejor, pero es mía y me animan y dejan que les tienda la mano para que todos juntos nos sostengamos.

  • A Lili que a pesar que no somos de lo más unidas y aunque ya lo sabíamos, los torrentes internos rompieron el silencio y ese abrazo terminó de reparar lo necesario (Lil… yo tbn te quiero y estoy ahí para ti).
  • Al bicho que me disculpe por el silencio prolongado, pero en ningún momento deje de pensar en él.
  • La Saku, por la confianza, por las palabras, por permitir que fuera yo quien la escuchara y que tomó mi mano para sostenernos entre las dos (siempre juntas, recuérdalo manis)
  • A mi papá que hizo a un lado tantas cosas y lo sentí incondicional, muy a su manera pero que contribuyó a mantener a la familia unida pese a la adversidad.
  • Y todo fue por ti mamá, porque nos importas y por todo lo que ya te diré en mi charla interminable.

Pero hubo otra parte muy importante que estuvo siempre ahí, escuchándome, regresándome cuando mi mente se perdía y las ideas comenzaban a acelerarse, golpear contra las paredes de mi mente todas gritando a la vez, generando un dolor insoportable. Se que la familia es muy importante y que siempre estará ahí, que la sangre llama y nos une. Pero hay quienes sin lazo de sangre, me brindaron su apoyo incondicional. Todos ellos llenaron mi mundo, siempre presentes, puede que no cuente con una pareja en estos momentos, pero no me hizo falta.

A todos ellos de corazón muchas gracias….
  • A Ivan por las oraciones, la preocupación y la confianza para contarme y escucharme
  • A Alec, por los ánimos, por hacerme ver que tengo la fuerza para mantenerme en pie ahora que lo necesitaba, por creer en mí, ayudarme a visualizar y a mantenerme tranquila, pues así me requerían los que me rodean.
  • A Ismael por esas charlas con la morenita y Chuyito, por escucharme y tranquilizarme cuando ya era demasiado, por sacarme risas con los cantos, las palabras de aliento y estar siempre presente pese a la distancia.
  • A Jackie y Sandy que me hacían regresar cuando me perdía mirando fijamente al monitor, por el apoyo incondicional y estar muy al pendiente de cada noticia y de lo que se me pudiera ofrecer.
  • A Yeral por escucharme e intentar distraerme para no enfrascarme tanto, aludiendo a ese cariño rudo de solo estarnos peleando.
  • A todos los que se enteraron por terceros y que me externaron su apoyo, hicieron una oración por mi mamá y me brindaron sus mejores deseos… que se que fueron de corazón.
  • Y a los que no se enteraron… la verdad una disculpa, no es que no los tomara en cuenta, es simplemente que tanta bruma no me gusta.

Ahora todo está mucho mejor, el peligro ya pasó, la calma vuelve a mi vida, los lazos se han fortalecido y caigo en cuenta que con mi familia y mis amigos tengo, no necesito nada más. Me siento tan afortunada por todo lo que me ha dado la vida, por esos momentos de angustia que unen y que cuando por fin se desvanecen la sensación que dejan es mejor que su presencia.

jueves, septiembre 03, 2009

Hay veces...

Entre silencios y risas que me distraen, que ocupan la mente y ayudan a voltear hacia otro lado. El viento sopla a la cara y voy caminando de su mano, me va contando lo que ve, lo que ha pasado en su día, otras risas más y se echa a correr. Las estrellas se han posado en su pelo, intentan sujetarse pues el viento las desprende una a una. Y mientras el viento sopla y me trae de regreso su rastro, acerca a mis oídos su risa.

Mi mano no está sola, desde hace tiempo la suya ha llenado todo lugar, confía en mí y me da fuerza, no necesito nada más y aunque sus alas cada día se fortalecen y emprenderá su vuelo inevitable y necesario, las huellas que va dejando, ni la más fuerte tormenta podrá borrar.

Dias de lluvia



Estoy invadida de sentimientos encontrados, mucha felicidad y satisfacción, risas cantos, bailes, compañía y soledad… silencios que calan cuando la noche cubre con su manto, el viento fresco, las gotas de lluvia tocando en la ventana, mi consuelo se ha dormido y la mente comienza a divagar. Las ideas, presiones, pendientes y demás ya no son suficientes ya no llenan, la mente las desplaza y pienso y pienso y el sueño llega y se va.

Entonces lo que me dicen viene a mi mente y por un momento les compro la idea, ese pequeño instante entre que me asaltan y que mi amiga me regresa, entonces dudo que tanto sea cierto, que a lo mejor son solo palabras, de esas que vuelan con el viento, quizá solo se atravesaron en mi camino, quizá es tan solo una ilusión, producto de mi imaginación. La realidad se distorsiona y me siento perdida. Mirando por la ventana como las gotas de lluvia se precipitan, se estrellan contra el piso y en su alboroto me invitan a salir, ver que caen y caen hasta quedarse sin nada, gustándole a pocos, sin importarle a nadie.

Y de entre esos días grises, las gotas de lluvia no son las únicas que caen.