miércoles, marzo 16, 2005

En casa todo aumenta, menos su tamaño, ya hay un nuevo miembro, es una chiquitilla preciosa, pero ahh como es latosa, principalmente no deja dormir por las noches y ahhh se despierta demasiado temprano, come mucho, le encanta que juegues con ella, es linda... muy linda.
Ya la bauticé como Sabina y aunque esta chiquitita... ya habla, y pide de comer y pide que le hagas caso, y aunque solo sabe una sola palabra con muchos tonos diferentes... es lindo escucharla decir...

"miau"

Hay algo extraño en los miércoles, que en un solo momento pasan todos los días de la semana y como bien a media semana y a medio día, es que me despejo un poco de lo que tengo que hacer y vengo a refugiarme aquí. Con tantas cosas que pasan, con tantas ideas locas y con muchos sueños por realizar, tomo mi lapicero y dejo que hable esa parte que siempre anda viajando con las estrellas.
Aquí dejo esto no solo por ser miércoles, sino por las ganas que parezca viernes...

miércoles, marzo 09, 2005

AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH
mucho mejor...
Ahora a trabajar...

Yo escribo, Pilar escribe, habla en la radio, cuida del marido, cuida la casa, cuida de los perros, hace la compra, hace la comida, se encarga de la ropa, despacha la correspondencia, dialoga con el mundo, organiza el empleo del tiempo, acoge a los amigos que la visitan, y escribe, y traduce, y habla en la radio, y cuida del marido, y de la casa, y de los perros, y sale a hacer las compras , y vuelve para hacer la comida, y escribe, y traduce, y habla en la radio, y se encarga de la ropa, y acoge a los amigos, y sigue, incansable, dialogando con el mundo y dice "Estoy cansada" y luego dice "Pero no importa". Yo escribo.

::..José Saramago..::

miércoles, marzo 02, 2005

Mientras escribo...

Bien lo dice S. King, hay quien pretende escribir, cuando ni siquiera puede leer...
Como puedes escribir si tienes la cabeza vacía, o a lo mejor tan llena de otras cosas que prefieres olvidar o dejar guardadas en el cajón de la oficina, detrás de la cortina de la recámara o tirada en el pavimento esperando que un auto las atropelle. Así me siento, atrapada entre pendientes y cosas que se colgaron el letrero de urgente y quieren el título de primera necesidad, juntándose varias y gritan y se empujan...
En estos días he tenido un hambre loca de letras, de leer tanto y a tantos, para que esa chispa que mueve el lapicero se encienda y todo fluya, no se atore.
Cambié el lapicero, vacié las gavetas, olvidé el paso del tiempo... ahora solo quiero un momento de soledad y silencio para vaciar lo que mi mente guarda.
En minutos hay que regresar al ajetreo, a las prisas y las cosas por hacer y mientras llega la hora... mientras... escribo.